miércoles, 19 de junio de 2013

EL CINEXIN - UN JUEGO DE LOS AÑOS 70

Un juguete que aún podemos ver y disfrutar en Huévar gracias a esas personas amantes de nuestra historia y que aún guardan esas cosas maravillosas de nuestra niñez.

Nosotros aún no lo sabíamos, pero este juguete fue el precursor de los modernos sistemas de home cinema. Se llamaba CinExin y fue el típico juguete de moda para divertirse con los amigos: “¡mira, le doy para delante… y ahora para atrás!” Aun no lo sabíamos, pero estábamos gestando una técnica que más adelante los realizadores televisivos llamarían “moviola”.

El CinExin era un proyector de películas Super 8 escondido en el interior de una caja de color azul, verde (o naranja, según el modelo). La primera versión fue la de color verde (ver imagen), en la que había que abrir la caja y colocar la bobina de película. Después los fabricantes se dieron cuenta de que quizá ésto era demasiado complicado para un juguete, así que introdujeron la versión azul, en la que las películas venían en una especie de cartuchos que simplemente se acoplaban en un lateral del aparato. Una vez hecho esto, simplemente bastaba con encender la bombilla y mover la manivela para ir proyectando la película. Y ésta era una de las grandes bazas del CinExin, ya que gracias a la manivela podíamos ir más rápido, más despacio o incluso marcha atrás, lo que ampliaba las posibilidades de un invento ya de por sí bastante limitado.

Y es que una de las características más frustrantes del proyector era la escasa duración de las películas (del orden de unos 30-40 segundos) por lo que no eran historias completas. El catálogo se componía tan sólo de fragmentos incompletos y sin sonido de películas y series de dibujos animados de éxito (y encima, los cartuchos de CinExin valían una pasta).

Uno de los dos cartuchos que venían con el aparato era una versión editada y recortada del famoso corto animado de Disney " La caravana de Mickey", que en su versión CinExin comenzaba cuando Mickey está preparando el desayuno y llegaba hasta el momento en que la caravana se desenganchaba y se iba directa a la vía del tren… y ahí terminaba. 

Pero aun así era divertido. Gracias a la manivela, jugaba a abrir y cerrar una y otra vez la mesa de desayuno de la caravana de Mickey. No había nada mejor que encerrarse en una habitación grande, a oscuras con el CinExin, y proyectar la película sobre la pared. Era como estar en el cine sólo que sin sonido, sin palomitas, con películas de 30 segundos y teniendo que darle a la manivela. Sin lugar a dudas era un juguete genial al fin y al cabo. ¿Por qué? Pues porque eramos niños, y en aquel tiempo nos divertíamos con cualquier cosa.

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