Hace muchos años que Huévar tenia entre su sana juventud sus pandillas, sus reuniones, su club o su salón parroquial. Reuniones en las que ya introducían a sus hijos-as para saborear el placer de una buena convivencia.
En esta cariñosa foto, podemos y reconcer sin necesidad de dar nombres, a una pandilla excelente, y como no a algunos de sus hijo/as.
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